ANDRIA - las ciudades invisibles
LAS CIUDADES Y EL CIELO. 5
Con tal arte fue construida Andria, que cada una de sus
calles corre siguiendo
la órbita de un planeta y los edificios y los lugares de la
vida en común repiten el
orden de las constelaciones y las posiciones de los astros
más luminosos: Antares,
Alferaz, Capilla, las Cefeidas. El calendario de las
ciudades está regulado de modo
que los trabajos y oficios y ceremonias se disponen en un
mapa que corresponde al
firmamento en esa fecha: así los días en la tierra y las
noches en el cielo se reflejan
mutuamente.
De manera que, a través de una reglamentación minuciosa, la
vida de las
ciudades transcurre en calma como el movimiento de los
cuerpos celestes v adquiere
la necesidad de los fenómenos no sometidos al arbitrio
humano. A los ciudadanos de
Andria, alabando sus producciones industriosas y su sosiego
espiritual, me vi
movido a declararles:
—Comprendo bien que vosotros, que os sentís parte de un
cielo inmutable,
engranajes de una meticulosa relojería, os guardéis de
introducir en vuestra ciudad y
en vuestras costumbres el más leve cambio. Andria es la sola
ciudad que conozco a la
cual le conviene permanecer inmóvil en el tiempo.
Se miraron estupefactos.
—¿Pero por qué? ¿Y quien lo ha dicho? —.
Y me llevaron a visitar una calle colgante abierta
recientemente sobre un
bosque de bambú, un teatro de sombras en construcción en el
lugar de la perrera
municipal, ahora trasladada a los pabellones del antiguo
lazareto, abolido por
haberse curado los últimos apestados y —apenas inaugurados—
un puerto fluvial,
una estatua de Tales, un tobogán.
—¿Y estas innovaciones no turban el ritmo astral de vuestra
ciudad? —
pregunté.
—Tan perfecta es la correspondencia entre nuestra ciudad y
el cielo—
respondieron—, que cada cambio de Andria comporta alguna
novedad entre las
estrellas. —Los astrónomos escrutan con los telescopios
después de cada mudanza
que ocurre en Andria, y señalan la explosión de una nova, o
el paso del anaranjado al
amarillo de un remoto punto del firmamento, la expansión de
una nebulosa, la curva
de una vuelta de la espiral de la Vía Láctea. Cada cambio
implica una cadena de
otros cambios, tanto en Andria como entre las estrellas: la
ciudad y el cielo no
permanecen jamás iguales.
Del carácter de los habitantes de Andria merecen recordarse
dos virtudes: la
seguridad en sí mismos y la prudencia. Convencidos de que
toda innovación en la
ciudad influye en el dibujo del cielo, antes de cada
decisión calculan los riesgos y las
ventajas para ellos y para el conjunto de la ciudad y de los
mundos.
y aquí el funcionamiento de la habitación
Esta ha sido la habitación creada a partir de la ciudad Andria....